domingo, 23 de mayo de 2010

¿Cómo evitar la ruptura?

El encuentro y el diálogo serán siempre necesarios para evitar
la ruptura en todas las crisis.

Pero no siempre se consigue porque algo se nos escapa.
La historia esta llena de rupturas.

Jesucristo aporta una nueva luz que hace posible
la fraternidad a pesar de nuestras diferencias: el Espíritu Santo.

Como un fuego que nos purifica de nuestro "yo"
y nos abre a los demás, el Espíritu Santo nos configura
como un cuerpo con miembros y funciones diferentes
pero unidos para el bién común.

La oración al Espiritu Santo hay que unirla al encuentro y el diálogo.

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