domingo, 7 de agosto de 2011

!No tengais miedo!




Cuando las cosas suceden de manera distinta

a como esperábamos, nos parece tener el viento en contra.



El miedo de los discípulos de Jesús en todos los tiempos

está provocado no por la tempestad, sino por la incapacidad

para descubrir su presencia.



El fragor del viento y del oleaje es muy fuerte,

pero si sabemos escuchar, oiremos una voz suave:

"Ánimo, soy Yo, no tengáis miedo". (Mt 14,27).



Jesús no es un fantasma creado por nuestros miedos

sino la presencia humilde pero real de Dios en nuestras vidas.