sábado, 30 de octubre de 2010

ZAQUEO


La historia de Zaqueo es también la mía.
Todos llevamos dentro un Zaqueo.
El algún momento he querido ver a Jesús
pero la gente me lo impedía.
Me he subido a alguna higuera para verlo pasar solamente.
Nunca pensaba que pudiera pasar otra cosa.
Pero Jesús me sorprendió.
Jesús se paró, alzo la vista , me llamó por mi nombre
y me invitó a cenar en mi propia casa.
Sólo me dijo que me bajara, que quería estar cerca de mi,
en el mismo techo, en la misma mesa.
Me he sentido querido y acogido como nadie y esto ha
bastado para cambiar mi vida hacia los demás.
Él no me reprochó nada, sólo me amó como era
y con su mirada me reveló lo que esperaba de mí.
Yo entonces me puse de pie y le dije: "Señor, lo que tú quieras".
Él me contestó: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa"

No hay comentarios:

Publicar un comentario