domingo, 3 de enero de 2010

Puso su tienda entre nosotros.

Dios no es una palabra o idea bonita, sino un acontecimiento que ha tenido lugar en la historia
para llenarnos de vida.

El amor de Dios se ha hecho realidad en su Hijo Jesucristo y nos acompaña todos los días del año.

Esta verdad pervive aún cuando se hayan desmontado los belenes y dejen de escucharse los villancicos.

Dios nos ha hablado a través de su Hijo como la palabra definitiva y última.

"La palabra golpea nuestros oidos pero el Maestro se encuentra en lo mas íntimo"

(San Agustín)

Al comenzar un año nuevo, Jesucristo nos hace hombres nuevos para pasar de las meras palabras a las realizaciones

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