
como un hombre cualquiera, como un vecino mas, con una familia
concreta y humilde, con un oficio ordinario en una pueblo ordinario.
Con esta forma de manifestarse, Dios sigue escandalizando si no
tenemos el corazón atento.
Dios viene a identificarse con la debilidad y fragilidad humana, para
liberarla y transformarla.
No aparece Dios en nuestra historia espectacularmente, sino que se
manifiesta en lo sencillo y ordinario de cada día.
Dios se esconde en el fondo de lo humano, en lo cercano, en lo corriente,
en el vecino de al lado.
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