Señor Jesús:
aunque a veces lo olvido
Tú me has elegido entre muchos
sin saber por qué.
Tú has tenido la iniciativa
de salir a mi encuentro,
aunque mi respuesta sea vacilante.
Yo sé que has pronunciado mi nombre
en muchos momentos de mi vida.
Cuando me sienta rechazado
y excluido por los demás
recuérdame que Tú me sigues mirando
como alguien irrepetible.
Señor Jesús:
Tú me has bendecido antes de crear el mundo
para ser un hijo amado del Padre.
Tú me has hablado al corazón
especialmente desde el arbol de la cruz.
Tú te hicistes maldito, para que yo fuera bendito.
A veces, cuando viene el sufrimiento,
me creo abandonado de Tí.
Líbrame de pensar así.
Nada ni nadie nos podrá apartar de tu amor.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
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