La experiencia física de sentirnos bién, no cambia nuestra vida
y continuamos el camino de siempre, pués no descubrimos nada más,
y nada tenemos que agradecer a nadie.
Pero la experiencia de sentirnos salvados nos hace ver
toda nuestra vida como don y regalo de Jesucristo.
Nueve de los diez leprosos curados por Jesús descubrieron
solamente que estaban curados, y no volvieron para dar gracias.
Sólo un samaritano volvió dando gracias porque además
se sintió salvado
.
La gratitud es fruto de sentirse salvado.
Sólo Jesús puede decirnos: "Levántate, tu fe te ha salvado"
domingo, 10 de octubre de 2010
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