quién eres Tú para mí.
Dile a mi alma: "Yo soy tu salud".
Y dímelo en forma que te oiga;
ábreme los oidos del corazón,
y dime: "Yo soy tu salud".
Y corra yo detras de esa voz hasta alcanzarte.
No escondas de mí tu rostro".
San Agustín.
Señor, Tú eres el "traspasado" .
Tu costado abierto se ha convertido en manantial que nos cura y purifica.
Cuando te miramos, nuestra vida se convierte tambiénen fuente de vida para los demás.
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