domingo, 19 de julio de 2009

Otra manera de mirar


Cuando miramos como juez, terminamos
con una sentencia, casi siempre
condenatoria.

Cuando miramos como turista, nuestra mirada
se queda en lo superficial y curioso.

"Al desembarcar, Jesús vió una
multitud y sintió compasión por ella,
porque andaban como ovejas sin
pastor" (Mc. 6, 34)

El Hijo de Dios no ha venido para condenar
sino para salvar. Su mirada no se queda
en las apariencias, el Señor ve el corazón.

Se trata de saber mirar, cambiando los ojos
no solo las gafas.

Nuestra mirada cambia cuando descubrimos la mirada de Aquel que nos amó el primero.

Solo se trata de volver el rostro y aceptar el regalo.

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